Foto y texto: Azcary Ruiz
Siempre quedan cosas pendientes por decir al final de una relación. Todos hemos sentido en algún momento esas ganas de gritar nuestros sentimientos de amor y odio al prójimo con el que compartimos tanto tiempo, pero ese nudito en la garganta no nos deja.
Natalia Diaz, mejor conocida como Arroba Nat, se apropia de esos sentimientos y los canaliza en nueve canciones que componen su nuevo disco “Para echar la lloradita”.
El álbum fue presentado ante un publico selecto en el que se encontraban amigos, fans y familiares de la compositora. Fue una noche verdaderamente extraña: a todos los asistentes se nos obsequió a la entrada del evento una bolsita con un sticker con el nombre del disco y detrás de este se encontraba una servilleta cuidadosamente doblada. La verdad es que no comprendí que era lo que Arroba Nat intentaba decirme, en aquel instante todo era cerveza, cigarrillos y grupos de amigos riéndose.
Cuando Arroba Nat sube al escenario nos comenta:
“Este disco se compone de partes importantes de mi vida y antes de escribirlo sólo sabia escribir de amor o desamor -desamor más que nada, asegura-. Las dos primeras canciones son las más viejitas que escribí, después va la época en la que tuve a mi exnovio toxico al que le escribí varias canciones y la última etapa del disco es la que podría llegar a dolerme todavía un poco: fue cuando salí con un vato y las cosas no resultaron… como siempre.”
La primera canción de la noche se llama “Ausente”, va acompañada de melodías folk rosas. Es una combinación curiosa para una pieza dedicada al amor que nunca existió, es lo que piensas cuando ves a tu crush y sabes que nunca va a pasar nada entre ustedes. Sí, en este punto tan joven del espectáculo pude darme cuenta de como unos cuantos recibieron un golpe al corazón y veían con la boca abierta a Natalia.
No quiero hacerles muchos spoilers sobre el contenido del álbum, me limitaré a decirles que es un trabajo de curaduría verdaderamente fuerte, es un camino que plasma las etapas de diferentes relaciones que van en declive, de esas que son imposibles salvar o que, en realidad, nunca debieron haber sido y ahora existe la resignación.
Justo después de que terminara el showcase pude hablar con Arroba Nat y esto fue lo que pasó:
Guanabi: Nat, estas presentando disco ¿por qué usas las palabras afiladas, punzo cortantes en las canciones? ¿Cuál es la necesidad detrás de “para echar la lloradita” para echar la lloradita?
Arroba Nat: Pues es como mi necesidad de sacar lo que tengo que decir. Escribir es como mi terapia porque yo nunca escribo para nadie más y sirve para sacar todo lo que tengo. Las frases que uso en mis canciones son iguales a la forma en que hablo. Todo es muy literal.
Guanabi: Recalcaste en el showcase la importancia de querer sin importar si es un amor a distancia, cercano, un amor imposible o hasta toxico ¿Por qué el amor y no otro sentimiento?
Arroba Nat: Pues porque el amor es bien bonito: todos hemos querido y amado a alguien, iguaL no todos han amado, pero sí han querido a alguien y a mí, a pesar de que me ha ido mal en el amor en lugar de desentenderme y decir que ya no quiero esto, voy a seguir queriendo porque yo no espero nadie a cambio y me gusta darlo todo.
Guanabi: si pudieras definir el disco en una sola palabra ¿Cuál sería?
Arroba Nat: -lo piensa unos segundos- Despedida.
Hasta que Arroba Nat soltó esa ultima palabra, con una mirada brillante como de niña enamorada, entendí el significado (y advertencia) del regalo que me fue entregado al llegar al evento.
Para echar la lloradita ya está disponible en Spotify. Si van a darle play, tengan una servilleta en la mano.
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