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Rick Vazquez

¡Día de Muertos en la Vecindad!

Foto y texto, Rick Vázquez


La Maldita Vecindad forma parte del argot del mexicano, una pieza clave para entender el rock nacional, ya que le cantan a la vida, a la guerra, al amor, a la paz, al baile y a la muerte.


¡35 añotes de la Maldita! ¡Wow! Aún recuerdo cuando los escuché por primera vez a los 8 años en un mercado popular de la capital, ya 22 años de eso. De inmediato ese sonido folclórico me atrapó sin saber que muchos años después tendría el placer de hacer esta nota como corresponsal.


Día de Muertos en La Vecindad es la edición 2019 del baile popular que a lo largo de los años ha caracterizado a la Maldita. Chicos, grandes, solos, parejas, familias, fresas, ñeros, hipsters, barrio, citadinos y foráneos nos reunimos el sábado en el coloso de Azcapo, la Arena CDMX, donde bailamos y cantamos por casi tres horas continuas.




Roco Pachukote el cuenta cuentos, merolico, poeta y vocalista de la Maldita nos llevó de la mano por pasajes mexicanos de todas las regiones del país. En palabras propias un concierto especial ya que se rendía tributo a las causas sociales de los pueblos indígenas, movimientos sociales, desaparecidos por el gobierno y los difuntos que han marcado, lamentablemente, con sangre la historia del México Contemporáneo.


Llegando a la Arena se empezaba a percibir el aroma floral del cempasúchil y copal (porque una fiesta de muertos no es fiesta sin esos dos elementos). Poco a poco el lugar se llenó con gente disfrazada de catrín, pachucos, catrinas, espectros, luchadores, fantasmas y uno que otro Jason perdido del Halloween.



Apretujados todos y a la expectativa es como sale un cortejo fúnebre prehispánico dispuesto a limpiar de espíritus chocarreros a todos a través de una danza que invocaba a las buenas vibras y buena fortuna.


Ya limpios que empieza el bailongo dividido en dos set list! Roco, Aldo, Pato, Sax y compañía comenzaron las primeras rolas para ponernos a menear la cintura al ritmo de Cenizas, Supermercado, Quinto Patio Ska. Un tributo al "príncipe de la canción" con Lo Pasado Pasado, la mejor versión de esta canción. Un tributo al gran Juan Gabriel con Querida. El recuerdo de esas crudas domingueras con Los Agachados, la vida de una gran metrópoli con Un Gran Circo.




Sones veracruzanos y zapateado en cajón de bailarines regionales para El Tieso y La Negra Soledad, el grito de luz a los indígenas con Cachagua, la protesta al acoso a mujeres de Morenaza, Rafael y el apoyo a la comunidad LGBTTTI y las infaltables de El Cocodrilo, Tatuaje y Don Palabras.


Pero Roco en conferencia de prensa prometió una sorpresa y ¡Pum! La Sonora Santanera está en la casa con sus atuendos blancos angelicales para rifarse un set de tres rolas (La Boa, Pata de Perro y Chucos Suaves), al puro estilo tropical alternado con el saxofón, guitarra eléctrica e imperdible voz de Roco.


Casi 30 canciones después todo el ambiente huele a mar, sudores en la piel y sudor sabor a sal. Kumbala y Pachuco, las dos rolas más internacionales de la banda. Las que todos sabemos, gozamos y brincamos en cualquier fiesta. Y sin duda las que todos esperábamos para el cierre de media noche.




La Maldita es una banda que jamás nos queda a deber, de esas pocas que llaman a todas las clases sociales y todos los estilos musicales. De esas, que como he dicho, han marcado la historia musical de México y para algunos hasta ser parte del soundtrack de nuestras vidas.


Día de Muertos en la Vecindad... ¡Paz y baile!




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