Desamor, dolor y música ranchera. Conociendo Rusia te trae la canción que necesitas para este fin de semana.
En la vida del mexicano convencional y por qué no, el no convencional, existen dos situaciones idóneas para tomar como abogado -un abogado aferrado- hasta perder el juicio. Sí, estoy hablando del 15 de septiembre, día en que a todos se nos sale lo Hidalgo y le damos fondo hasta al vino de consagración -perdóname diosito por ser así- y el día en que nos parten el corazón, que también damos el grito, pero de dolor con La Arrolladora, El Recodo, Mi gallito de Oro o el papá de los pollitos, José Alfredo Jiménez -Pinche Susana, Eligio te quería-.
¿Pero qué pasaría si estas dos situaciones aparentemente opuestas se unieran? Si juntamos a nuestro Voldemort, la esencia del 15, o sea el mariachi y unos acordes melódicos -para que el tequila no raspe- ¿Cuál sería el resultado?.
Mateo Sujatovich, el argentino más soviético que conocerás hoy, lo hizo posible. El cantante Porteño que ha tenido una ascenso descomunal –no tanto como el meme del gato gruñon- tomó la dulzura y sencillez de su lenguaje poético logrado por el uso de palabras que parecen sacadas aparentemente de mis varias relaciones fallidas –Hablo de ti, magia, acicálame y vértigo- y las combinó magistralmente con un ritmo ranchero para crear mi nuevo trauma musical “La Méxicana”.
Este vals que aborda el desamor de forma irónica pero profunda, que nos pega ahí, justo aun lado del cuarto chacra, inducen al baile, el cantoy a agarrar el pedo -sin importar la hora en que leas esto-por sus rasgos populares de la herencia vernácula mexicana digna de Juanga. Así que aprovechando que fue mes patrio, es viernes, que el niño es chillón -Cof Cof aquella ya me deja en visto Cof Cof- y porque podemos y queremos, te invito a darle play, tomar la botella de tequila, pegarle a la mesa y darle fondo a las penas hasta gritar “¡Papantla, tus hijos vuelan!” o bueno, hasta decir “¡Alfredo, cálmate por favor!” digo, cada quien tiene sus manías.
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